La proliferación de empresas en México debido al proceso de nearshoring ha subrayado la vital importancia de la energía eléctrica para las instalaciones manufactureras, al mismo tiempo que ha evidenciado su escasez. En respuesta, el sector privado ha instado repetidamente al gobierno federal a mejorar la infraestructura eléctrica del país, dado el déficit de líneas de transmisión y distribución, donde las fuentes renovables emergen como una alternativa clave para impulsar la capacidad eléctrica.
Guadalajara, Jalisco (19/04/2024) – La atención se centra nuevamente en el tema energético en México, captando la mirada tanto de la industria como de los medios de comunicación. Este interés radica en la importancia de la energía para el funcionamiento de las plantas manufactureras, lo que incide significativamente en los costos operativos de las empresas.
El debate se ha enfocado en varios aspectos, incluida la disponibilidad de energía en los parques industriales, cuya demanda ha experimentado un aumento exponencial. Según datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), la ocupación supera el 97%, con un crecimiento histórico que supera el 30%. La disponibilidad de energía en estos parques, distribuidos en todo el país, oscila entre el 2% y el 3%, llegando incluso al 0% en algunas zonas, especialmente en el norte del país. El crecimiento impulsado por el nearshoring ha evidenciado la carencia de suministro eléctrico. Emilio Cadena, CEO de Prodensa, una firma especializada en la reubicación de plantas manufactureras y experta en Recursos Humanos, señaló que la falta de electricidad ha llegado al punto en que ya no se pueden alquilar espacios industriales. En sus palabras, «la prioridad absoluta en este momento es la electricidad, seguida de la electricidad y luego más electricidad».
Una alternativa viable para aumentar la capacidad eléctrica radica en las energías renovables, con un gran potencial para mitigar el calentamiento global. La inversión en fuentes de energía limpia es una de las acciones principales recomendadas para el desarrollo sostenible, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). México ha establecido objetivos ambiciosos en energías renovables, aspirando a alcanzar el 35% para el 2024 y el 50% para el 2050. La energía solar ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años; los expertos en energía señalan que su costo es competitivo. Además, la energía fotovoltaica puede impulsar el desarrollo de los vehículos eléctricos, lo que a su vez podría aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) a tasas superiores al 2% anual. Sin embargo, es crucial abordar la regulación y el financiamiento para lograr grandes avances en la generación de energía solar, temas que se discuten en la quinta edición de Solar+Storage México, inaugurada en la Expo Guadalajara el miércoles pasado y que finalizará este viernes.
Se destaca la necesidad de expandir las líneas de transmisión y distribución de energía eléctrica en el país, asegurando que todas las acciones estén en consonancia con las leyes establecidas para alcanzar los objetivos planteados. Se propone retomar las temporadas abiertas, que en el pasado fueron exitosas en México, como un medio para expandir las líneas de transmisión y evacuar la energía eléctrica generada, especialmente por fuentes como la energía eólica en el Istmo de Tehuantepec, ubicado entre los estados de Oaxaca y Veracruz, hacia los centros de consumo en el centro del país. Se hace un llamado al gobierno federal para que garantice la infraestructura adecuada, incluyendo líneas de transmisión y estaciones de carga para autos eléctricos. Es relevante señalar que la mayor parte de la energía verde en el país es producida por el sector privado. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) controla al menos el 54% del mercado eléctrico, priorizando su propia generación de energía, basada en recursos como la energía nuclear, hidroeléctrica, gas natural y petróleo, en lugar de optar por fuentes más económicas y menos contaminantes, lo que impacta en los costos energéticos.
Según cifras del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), los sectores con mayor demanda de energía a nivel nacional incluyen a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), con un 36.6%. El sector residencial representa el 27.4% y las grandes empresas el 20%. Esta distribución refleja la necesidad urgente de implementar soluciones de energía solar en sectores clave de la economía mexicana.